Quizás nunca podremos evitar que en nuestro camino aparezcan las espinas que tanto daño nos hacen. Debemos aprender a convivir con ellas, a esquivarlas, a vestir nuestras armaduras cada vez que sean sembradas, a pisarlas sin que nos dañen. De otra forma nos impedirán avanzar hacia las praderas que hemos eternamente soñado y validaremos el accionar de los que sobran.
Te invito a alcanzar esas praderas, en vuelo firme y rasante, "compartiendo el peso en nuestras alas". Sin duda el rebaño sabrá llegar a las veranadas que les heredemos.
Si la felicidad no fuera efímera no la valoraríamos como felicidad.
ResponderEliminarNo tendría gracia si fuera fácil.
Venga, va, te lo digo en verso:
Fatal mañana de contradicciones
que se hace llamar mundo, y va rodando
en el vacío, y riendo, y llorando,
nos entruja entre sí a los corazones.
Peleamos cual tigres y leones
en busca de utopías que olvidamos,
no sabemos ya ni por qué luchamos,
cuáles son nuestras metas y razones.
Paradojas humanas, que en su euforia
misterio y amor son, pero marchitan,
y escriben sin querer muchas historias;
yo no sé si este mundo necesita
que perdamos del todo la memoria
o luchemos, no sé qué es lo que grita.
Saludos de paseo.
Larissa :
ResponderEliminarNadie dijo, pensó ni siquiera imaginó que sería fácil.
Gracias por tus palabras..