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jueves, noviembre 22, 2012

Casandra - Ismael Serrano




Casandra vio en sueños el futuro.
En la sombra de una pesadilla Casandra leyó
los versos de ese poema que aún no han escrito
los dioses que, riendo, la hirieron con su maldición.
Supo del hambre y de las guerras de siempre,
de bufones celebrando el odio, bailando entre hogueras,
de despedidas y de monstruos minerales
bebiendo insaciables la savia dulce del planeta.

Casandra vio a hombres y mujeres
dormitando en sus burbujas
tras las máscaras del miedo.
Mas también vio la luz del alba
asomar por la cancela que nadie jamás abrió.
Supo que aún quedaban esperanzas,
que otros sueños la esperaban.
Casandra habló a todos de sus sueños
mas nadie la oyó.

Nadie creyó en Casandra y sus visiones
y la gente sólo vio en su augurio delirio y locura.
La condenaron a vagar perdida y sola.
Herejía es mostrar la verdad descarnada y desnuda.
Abandonada, tras los años la encontró
un muchacho que andaba buscando esperanza y respuestas.
Casandra habló con pasión de sus presagios
y de la luz del amanecer brillando tras la puerta.

Creo en ti Casandra. No estás loca.
Se besaron y en su boca florecieron madreselvas.
Dulce Casandra, ponte de pie.
Yo te he conocido antes. Quizá te soñé.
Hay quien duda ya y cree en la leyenda.
Juntos buscarán la puerta.
Dulce mañana.
Yo, no sé tú...
creo en Casandra.

Hay quien duda ya y cree en la leyenda.
Juntos buscarán la puerta.
Dulce mañana.
Yo, no sé tú...
creo en Casandra.

miércoles, octubre 10, 2012

Con una pala y un sombrero





Ojalá que cuando mires a tu alrededor,
no notes que la vida se te fue,
que a la hora de tu hora no me dejen ver
el paso de los años en tu piel.
Y ojalá que en el momento del adiós
Me recuerdes como te recuerdo yo.

La distancia nos distrajo, hasta que me enteré
por tu carta, que no hay nada más que hacer.
El cigarro siempre gana y esta vez también
no te culpes, yo he tomado el mismo tren.
Y ojalá que donde vayas estés bien,
por la puerta que te toque lo sabré. 

¿Quién más que tú,con una pala y un sombrero
abre la tierra, sin arado y sin tractor?
¿Quién más que tú, trabaja en año nuevo?
¿Quién más que tú merece el cielo 
para sembrarlo entero?

Y ojalá que cuando mires a tu alrededor
simplemente, te presenten a Gardel.
Que el señor te dé su mano,
y a través de él, te enteres,
que tus nietos crecen bien.
Y ojalá que en el momento de adiós,
me recuerdes como te recuerdo yo. 

¿Quién más que tú,
con una pala y un sombrero
abre la tierra, sin arado y sin tractor?
¿Quién más que tú, trabaja en año nuevo?
¿Quién más que tú merece el cielo
para sembrarlo entero?

¿Quién más que tú,con una pala y un sombrero
sin más riqueza que una bicicleta al sol
¿Quién más que tú,que siempre fuiste un viejo bueno?
¿Quién más que tú merece el cielo para sembrarlo entero? 

Gervasio Viera

martes, septiembre 25, 2012

Cansancio



Cansado.
 ¡Sí!
Cansado
de usar un solo bazo,
dos labios,
veinte dedos,
no sé cuántas palabras,
no sé cuántos recuerdos,
grisáceos,
fragmentarios.

Cansado,
muy cansado
de este frío esqueleto,
tan púdico,
tan casto,
que cuando se desnude
no sabré si es el mismo
que usé mientras vivía.

Cansado.
¡Sí!
Cansado
por carecer de antenas,
de un ojo en cada omóplato
y de una cola auténtica,
alegre,
desatada,
y no este rabo hipócrita,
degenerado,
enano.

Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo,
de hallarme cada día,
cuando termina el sueño,
allí, donde me encuentre,
con las mismas narices
y con las mismas piernas;
como si no deseara
esperar la rompiente con un cutis de playa,
ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,
acariciar la tierra con un vientre de oruga,
y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

Oliverio Girondo.

miércoles, agosto 29, 2012

Instante








Es sólo un instante
el que separa la gloria del llanto.
En tan sólo un instante
se nos escapa la existencia.
Basta sólo un instante
para dibujar de nuevo una sonrisa.
La vida no es más que sólo un instante.

sábado, junio 23, 2012

Hasta pronto Nelson


NOS FUIMOS QUEDANDO EN SILENCIO

Nos fuimos quedando en silencio
 nos fuimos perdiendo en el tumulto
    nos fuimos acostumbrando
a aceptar lo que dijeran
nos fuimos perdiendo en el tumulto.

Nos soltamos de las manos
dejamos de ser hermanos
levantamos nuestros cercos
con ladrillos y cemento.

Se nos fue olvidando de mirar atrás
se nos fue olvidando de escuchar la paz
cambiamos monedas por libertad
y en cajas de vidrio escondimos 
la igualdad.

La televisión nos fue diciendo
haga esto lo otro o aquello
la radio nos fue mintiendo
mientras se escondían muertos
nos fuimos quedando en silencio.

El paisaje se llenó de dueños 
crecieron los cercos y el desierto
mientras en las poblaciones
los obreros comen viento
nos fuimos quedando con lo nuestro.

Nos callamos en la hora
de decir nuestras verdades
porque era conveniente
salvar nuestra propiedad.

Nos olvidamos un día de amar
todo funcionaba en torno al metal
se nos fue olvidando la experiencia
se nos fue pudriendo la conciencia
nos fuimos quedando en silencio
nos fuimos perdiendo en el tiempo...


`
Schwencke y Nilo

Ayer Nelson Schwenke nos dejó producto de un accidente de tránsito. Los que vivimos el Canto Nuevo nos hemos quedado huérfanos de voz, pero no de alma, nos hemos quedado con el dolor de verlo partir, pero con la alegría de haber compartido sus letras, su humor y su calidad. Ya nos veremos nuevamente Nelson, por mientras seguiremos haciendo conocido tu canto, tu verso, tu lluvia del sur, tu humanidad.

Escucha esta canción


martes, mayo 29, 2012

A donde van?




¿A dónde van las palabras que no se quedaron?
¿A dónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón,
o se acurrucan entre las rendijas ,
buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van...?
¿A dónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿A dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias,
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿A dónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril?
¿A dónde van ahora mismo estos cuerpos
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van...?
¿A dónde van?

¿A dónde va lo común, lo de todos los días:
el descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿A dónde va la sorpresa,
casi cotidiana del atardecer?
¿A dónde va el mantel de la mesa,
el café de ayer?
¿A dónde van los pequeños terribles encantos
que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van..?
¿A dónde van?


Silvio Rodriguez

jueves, abril 05, 2012





La mediocridad para algunos es normal,
La locura es poder ver más allá.


Charly García